Conozco de primera mano las patentes y la propiedad intelectual desde el punto de vista del inventor, ya que patenté mi propio trabajo durante mi doctorado y creé una empresa basada en la propiedad intelectual que se creó. Me incorporé a Boult y ahora trabajo en patentes eléctricas y de alta tecnología, y como miembro de nuestro equipo especializado en IA.
Asesoro a una amplia gama de clientes, desde empresas de nueva creación hasta organizaciones multinacionales, en todos los ámbitos de la propiedad intelectual centrada en la IA, desde la redacción y tramitación de patentes hasta la gestión estratégica de carteras. El campo de la IA parece ilimitado, ya que la capacidad de las máquinas para pensar por sí mismas sigue yendo más allá de la comprensión (humana). Es verdaderamente fascinante ver cómo nuestros clientes han dado a la inteligencia artificial usos nuevos e inventivos.
Mi trabajo actual se centra en el uso de la IA en el ámbito financiero, por ejemplo para reconocer actividades inusuales en un mercado financiero que puedan indicar actividades fraudulentas o deshonestas. También he utilizado la IA para aprender a reducir las aberraciones de los microscopios electrónicos.
Aunque la velocidad actual de desarrollo de la IA sin duda es apasionante, espero que hayamos aprendido las lecciones que se destacan en la ciencia ficción. Será interesante ver no sólo cómo progresa la IA, sino también cómo la regulamos y le ponemos límites, lo que, por supuesto, tendrá implicaciones interesantes para las futuras patentes y la propiedad intelectual.